La resección de lunares o cicatrices es un procedimiento quirúrgico en el cual se elimina de manera segura un lunar o cicatriz no deseado de la piel. Durante la cirugía, se utiliza anestesia local para adormecer el área y se procede a cortar y extirpar el lunar o cicatriz, asegurando que los márgenes estén limpios.
Una vez realizado el procedimiento, se sutura la incisión con cuidado para minimizar la aparición de cicatrices. Después de la cirugía, se proporcionan instrucciones para el cuidado de la herida y es posible que se recomiende el uso de apósitos o pomadas para facilitar la cicatrización.
Es importante realizar la resección de lunares o cicatrices bajo la supervisión de un profesional médico calificado, como un dermatólogo o cirujano plástico. Cada caso es único y el enfoque puede variar según el tamaño, ubicación y tipo de lesión.